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David Copperfield de Charles Dickens



Adoro leer esos libros que han quedado para (y siempre serán) los más grandes de la historia de la literatura. Así que leer a Charles Dickens es uno de los mayores lujos que un devoto lector y un apasionado escritor pueda tener. Debo agradecer a Carlos Ruíz Zafón que me diese un pequeño empujón para acercar al genio autor victoriano a mi cola de lectura. Y es que, aparte de maravillarme con la prosa y el ingenio del re-inventor de la palabra miseria, he decidido seguir leyéndole hasta hartarme, así que, tras comprar toda su obra en Amazon, continuaré con Grandes Esperanzas.



Sinopsis:

Tal vez porque esté inspirada en no poca medida en experiencias propias, David Copperfield era, como confesó el propio Charles Dickens, su novela favorita de entre todas las que había escrito. Sin embargo, desde entonces millones de lectores entusiastas en todas las lenguas así lo han refrendado. Y es que en esta afortunada novela Dickens consiguió como en pocas mezclar las dosis justas de melodrama y de comicidad, de crueldad y de ternura, a través de una amplia e inolvidable galería de personajes entre los que destacan, aparte del propio David, su bondadosa y vehemente tía Betsey Trotwood, el amable señor Micawber, siempre sin blanca, y el pérfido y disimulador Uriah Heep.


Autor:


Inglaterra 1812-1870
Autor de 18 libros entre los que destaco: Oliver Twist, Cuentos de Navidad, David Copperfield, Tiempos difíciles e Historia de dos ciudades (este último es el libro más vendido en la historia tras la Biblia, 850 millones de ejemplares)
Uno de los mayores referentes de la literatura victoriana y gran precursor del humor y la ironía en sus obras. Consiguió tal veracidad en sus descripciones de las ciudades y personas que se le considera el maestro universal a la hora de conseguir que sus escenarios y personajes pasasen a la vida dentro de la imaginación de sus lectores.


Opinión personal:

David Copperfiled es una epopeya o biografía detallada de un personaje, desde su nacimiento y narrada por él mismo a través de la voz de su autor. Personajes como Steerford, su madre y la señorita Dartle, como su tía Betsey en el señor Dick, como la familia Micawber, como Uriah y su madre, como Agnes y su padre, o como los Peggotty (y me dejo a muchos por el camino) formarán parte de ti para siempre, cada uno de ellos asociado a un carácter, alma, pecado o sentimiento de un modo magistral.
Decir que Dickens escribía como pocos pudieran igualarle (Oscar Wilde incluido) es contar una obviedad, así que imaginaréis que no faltan recursos literarios de primera calidad, así como descripciones (físicas y morales) asombrosas de todos sus personajes, lugares y momentos. La narración es lineal y lenta, muy lenta, recreándose en un lenguaje actual pero enriquecido de adjetivos y comparaciones. Quizá sea la parte que más pueda frenar, junto con su extensión, la compra y lectura del libro. Hablamos de un libro escrito en 1850, cuando se disfrutaba de la lectura sin prisas bajo la sombra de un árbol en primavera o durante una tarde de domingo frente a una chimenea. Aquellos que gustan de leer un libro por semana no encontrarán su lectura tan gratificante, ya que la historia se concibió para ser degustada y paladeada sin prisas, disfrutando de cada frase.
La edición que yo tengo, de Alianza editorial es muy correcta en tamaño y calidad. La página transparenta un poco y la letra es algo pequeña, pero se lee sin dificultad. Son 1200 páginas y no es sencillo imprimir un libro así sin bajar algo la calidad para evitar el aumento de precio.
Dadle una oportunidad y os garantizo que os encantará.


Puntuación: 9,5 / 10