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Llevo más de dos años siguiendo las publicaciones de Zenda porque algunas coinciden con mi forma de pensar y, la mayoría, muestran una calidad literaria en la forma de redactar los artículos que me parece inigualable en la prensa de habla castellana actual.
Nunca había compartido una publicación suya o hecho un artículo en el blog al respecto, pero en esta ocasión me he visto obligado, después de disfrutar de semejante regalo, a claudicar ante el artículo con que Emilio Lara nos ha maravillado hace pocos días. Os dejo unas píldoras extraídas de su artículo: "Formas de leer un libro" y luego el enlace a todo el texto:
"Las dedicatorias. Me gustan las escuetas, las directas, y me horripilan las almibaradas. Camilo José Cela tiene dos gloriosas. La de La familia de Pascual Duarte —famosa— es un ajuste de cuentas: Dedico este libro a mis enemigos, que tanto me han ayudado en mi carrera. "
"Los prólogos. Me los salto sin más, sin rubor alguno, y si me place, los leo tras concluir el libro. No sé por qué, pero creo que, fuera de la literatura académica, la mayoría de los prólogos son innecesarios."
"El inmenso Paul Auster dijo en una entrevista en XL Semanal que había leído El Quijote cinco veces y que cada novela sale de esa obra cervantina. Yo lo he leído tres veces y cada vez me carcajeo y emociono más."
"Y por último están los libros adquiridos en las librerías de ocasión, en la Cuesta de Moyano, en los verdes puestos de los bouquinistes parisinos a orillas del Sena. Comprar allí libros es rescatarlos del naufragio del olvido."