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La empatía: tu gran aliada.


¿Eres muy introvertido? ¿Te cuesta conectar con los demás? ten cuidado con la distancia que tomas con el mundo, eso te hace desconectar de él. Y un escritor debe estar en continuo contacto con la gente que le rodea, especialmente con los lectores de sus libros. Seguro que piensas que eso es una tontería, que si tienes imaginación, puedes vivir en una cabaña aislada como el escritor de Misery y hacer best sellers. Pero lo cierto es que el escritor de Misery es un personaje de ficción y su creador, el gran Stephen King, es un hombre muy abierto que pasa horas al día conversando con sus vecinos de la ciudad de Portland.


¿No estás convencido aún? Pues dame otro minuto más.

Si eres escritor o pretendes serlo, supongo que habrás leído ya una buena colección de libros, es una paso fundamental para tener un léxico, gramática y narrativa aceptables. En ellos habrás visto cómo muchos están narrados en primera persona ¿No te ha llamado la atención que un escritor de más de sesenta años escriba bajo el alma de una chica de veinte y te acabe convenciendo de sus problemas, metas, inquietudes... de un modo tan real? ¿Que una escritora de treinta y cinco años haga un libro narrado desde un protagonista pescador gallego de ochenta años que cuenta sus aventuras?

¿Cómo podrías convencer a tus lectores de la veracidad de tus personajes si no los conoces? Si no interactúas con la gente, si no hablas con ellos y les escuchas durante horas. Por mucha imaginación que tengas, no podrás saber lo que piensan, desean, temen, añoran, aman... Para eso está la EMPATÍA. Necesitamos ponernos en el lugar de otras personas con otras culturas, edades, profesiones, metas... para poder describirles y narrar una historia desde sus puntos de vista. Cuanta más empatía y más conozcamos a esas personas, mejor resultado nos darán en la historia, más auténticas serán su vivencias.

Ésto no sucede solo en el mundo de la narrativa, en otros sectores artísticos se debe interactuar con la gente para desarrollar personajes únicos. Javi Fesser estuvo miles de horas con Cándida Villar para desarrollar la película sobre su vida, que luego interpretaría la propia mujer. Mira cualquier película de Almodovar, la última por ejemplo: Julieta. ¿Cómo consigue que el espectador se conmueva con cada plano de la película si no fuera porque te dibuja al personaje con un realismo extremo?

Si haces una novela o relato corto y no consigues que la gente conecte con el personaje, o disfrute de la historia, puede que el problema esté en que el personaje sea muy artificial. Puede que no esté basado en nadie real o que se haya desarrollado sin el mimo y la exigencia que se exigen en la narrativa actual. Porque dibujar un personaje no es llenarlo de adjetivos ni describir su vida como un diario de un capitán de barco. Hay que mostrar sus miedos, sus risas, sus llantos, sus ilusiones, sus fracasos, sus triunfos... Hay que conocer al personaje o no será creíble, y si no le conoces porque no empatizas con él, la historia no la creerá nadie.

Tu protagonista y su antagonista no pueden ser completamente buenos ni completamente malos, ningún humano lo es en la actualidad (hasta Hitler era amante de la pintura, la música y cariñoso con su familia y amigos). Tu protagonista debe contener defectos y tu villano debe tener un lado noble.

Tus protagonistas deben ir al baño, deben sacarse un moco, protestar por el tráfico, quejarse ante su madre, deben tropezar en la calle, golpearse la cabeza al subir al coche, etc... eso les hace humanos. Si esos pequeños detalles, son solo sombras en la mente de tu lector.

Usa tus propias experiencias o las de tus amigos para acoplar a tus personajes y verás como tu historia mejora ante la crítica y lectores.

Y hasta aquí he llegado hoy, espero no haber cometido muchos errores o faltas porque no tengo tiempo de revisar, espero que se entienda el concepto del artículo. Un abrazo y mucha creatividad para todos.