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Rescate en la roca - Relato gratuito de Ciencia Ficción


RESCATE EN LA ROCA


     Diario de a bordo. Fecha estelar 246-3255.

      Hemos llegado a la roca SS-VL-3PS, lugar en el que perdimos el contacto con el comandante Rey Gejor. Si sus informes son correctos, debe encontrarse en algún lugar de este planeta. Tal vez sufrió una avería en su sistema de comunicaciones o haya tenido un accidente. Tal vez se encuentre herido o... Aunque hace siete ciclos que no sabemos nada de él, y solo contamos con los informes que envió al almirantazgo para poder acudir a su ayuda o rescate, albergo esperanzas de encontrarle y llevarle de nuevo a casa.
     Al aproximarnos a la órbita, he ordenado la activación de escudos de defensa y camuflaje, así como la máxima alerta antes de la incursión, la cual se efectuará en cuanto hayamos cotejado los análisis con la información del comandante Gejor.
     Toda precaución que tome será poca. Eso es lo que he deducido al estudiar los informes detallados que mi antiguo mentor en las asignaturas de ética y diplomacia, durante mi formación en la escuela de oficiales, escribió antes de desaparecer. ¿Qué nos lleva a ser crueles con otros seres? ¿Qué empuja a hacer a otros lo que no deseamos para nosotros y los nuestros? ¿Qué es lo que nos diferencia de los monstruos? Los monstruos que habitan esta roca son primitivos y despiadados, se reproducen como virus y acaban agotando los recursos con una rapidez y vileza pocas veces vista.
     No puedo evitar preguntarme, cuando me encuentro en este tipo de situaciones, los motivos que llevan a una especie o raza a aniquilar todo aquello que le rodea, todo lo que desconoce, todo a lo que tiene miedo. Citando las lecciones del Almirante Hexag Gorm: «el miedo es un valioso compañero, no un enemigo a destruir. El miedo te hace fuerte y te mantiene alerta, te hace vivir más y consigue mostrarte tus límites, defectos y el camino a seguir para superarlos».
     Yo vivo en paz con mi miedo.
     La roca tiene un aspecto formidable, aunque a su alrededor flota la mayor cantidad de basura que jamás haya encontrado, deben carecer de sistema de limpieza o, simplemente, no les importa. Las mediciones que acabamos de recibir indican que ya han agotado casi el 99% de sus recursos, así que deben tener preparado algún protocolo de evacuación planetaria para desplazarse en breve a otra roca y volver a empezar con su devastación. Debo darme prisa, aunque las previsiones de encontrar con vida al comandante se antojan agoreras. Dudo que esas criaturas hagan prisioneros.
     La nave de incursión rápida está lista y una dotación de ocho soldados de asalto y un oficial de enlace esperan para partir a mi orden. Analizando sus armas consideramos que estaremos a salvo con simples corazas de nivel tres y armamento de mínimo impacto.
Rey Gejor, si estás vivo, te sacaré de allí.

     Capitana Lour Homedes del acorazado Korian 7. Fin de transmisión.


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     Diario de a bordo. Fecha estelar 247-3255.

     Hemos regresado de una primera incursión rápida para analizar sobre el terreno nuestras posibilidades y tratar de localizar la nave de reconocimiento del comandante Rey Gejor. Nuestras precisiones eran acertadas en cuanto a las intenciones hostiles de las criaturas de esta roca y también en lo referente a las condiciones vitales de su atmósfera.
     La temperatura es muy alta y el aire contiene una acidez nociva para nuestra especie. El planeta es más pequeño y menos denso que el nuestro, así que nos movemos con agilidad a pesar de las corazas de defensa.
     Hemos estado barriendo el planeta con el escáner para tratar de localizar la baliza señalizadora de la nave del comandante. Por fin sabemos dónde se encuentra, pero llevábamos demasiado tiempo en aquel lugar y comenzábamos a acusar un cansancio que no era el más idóneo para afrontar su rescate. Hemos decidido, por el bien de la misión, aplazarlo para el próximo ciclo de luz sobre la roca.
     No hemos tenido más que dos encuentros con las criaturas pobladoras del planeta, algunos han huido ante nuestra llegada y otros nos han atacado con armas primitivas e inofensivas. Hemos aniquilado en el acto la presencia hostil con un pulso de uranio.
     Rey Gejor, pronto sabré si sigues con vida. Te llevaré, vivo o muerto, a casa; se lo hubiese prometido a tu mejor amigo, mi padre, si no hubiese fallecido; en su lugar, me lo he prometido a mí misma. Eres lo más parecido a familia que me queda y nunca se debe abandonar a la familia. Es algo personal, aunque he tenido que convencer al almirantazgo de lo contrario para que me permitiesen venir, no querían que mi implicación emocional arruinase los resultados. Mis sentimientos no me apartarán de la objetividad en la toma de decisiones, aunque:
     No existe objetividad cuando uno se enfrenta a monstruos.
     No existe diplomacia ni ética en los monstruos.
     No habrá piedad para los monstruos.
     Sé que me enfrentaré a un más que probable consejo de guerra y una expulsión del cuerpo, pero alguien tiene que hacer el trabajo sucio, alguien tiene que eliminar a la escoria de este bello proyecto que es la Confederación. La decisión está tomada y nada me hará retroceder.

     Capitana Lour Homedes del acorazado Korian 7. Fin de transmisión.


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     Diario de a bordo. Fecha estelar 248-3255.

     A continuación, relataré detalladamente lo sucedido durante la misión de rescate del comandante Gejor.
     Llegamos a una zona desierta del planeta, excepto por unas construcciones metálicas y una gran presencia hostil. No cabía duda, la baliza señalizadora de la nave del comandante se encontraba dentro de una de esas construcciones. Usamos las armas de asalto para defendernos de su ataque y fuimos avanzando por el interior de aquella estructura que, en contra de lo que habíamos pensado, se adentraba en las entrañas del suelo hasta una profundidad considerable. Localizamos la nave, o lo que quedaba de ella, ya que las criaturas la tenían casi despedazada por completo. No había rastro del comandante en aquel lugar y procedimos a buscarle en el resto de estructuras.
     La misión ha durado casi la mitad de un ciclo de luz del planeta, pero logramos encontrar al comandante y ya le tenemos a bordo. Aunque no en las condiciones en las que hubiese deseado cuando partí hacia esta misión.
     Los informes de Rey Gejor, aún extremistas tras una primera lectura, resultaron ser exiguos (incluso pueriles) en comparación con lo que hemos encontrado en aquellas construcciones propias de insectos que escarban sus guaridas bajo tierra. El comandante se encontraba en una sala, donde yacía su cuerpo torturado y desmembrado en una cruel tortura que debió durar ciclos por el esmero que sus verdugos pusieron en ordenar sus órganos sobre mesas adyacentes. Quién sabe lo que llegaría a sufrir para saciar el apetito destructivo de esas bestias.
     Tomamos todos los restos del comandante y los trajimos de vuelta a la nave, donde nos encontramos ahora. En breve partiremos a casa para poder darle la despedida que merecía. Informamos del éxito en la misión de rescate sin haber sufrido bajas.
     Sé que me extralimito en mis funciones, que no cumplo con las órdenes establecidas por el almirantazgo para la misión, pero no permitiré que lo ocurrido a Rey, al comandante Gejor, le suceda a ningún miembro de la federación ni a ninguna especie que acabe cruzándose en el camino de estos monstruos. Pongo mi rango a disposición del almirantazgo para ser sometida a un consejo de guerra tras mis últimas órdenes.
     He ordenado abandonar la órbita de la roca y, cuando estemos a salvo de la onda expansiva del impacto, lanzar un misil-RG que destruya toda forma de vida antes de que esos desalmados sanguinarios se expandan por esta galaxia.
     Mi último apunte al diario es el de notificar al mando las órdenes dadas, de las que me hago responsable y exculpo al resto de la tripulación, e informar de la exterminación de un planeta del sistema VL. La roca registrada como SS-VL-3PS en los archivos ha sido eliminada
     Pido a los responsables del registro que quede anotado el nombre por el que llamaban a la roca sus habitantes, registrado en sus edificaciones metálicas como «USAF N.A.S.A. Area-51».


     Capitana Lour Homedes del acorazado Korian 7. Fin de transmisión.


     FRAN BARRERO